1.-Dice
el Catecismo de la Iglesia Católica, nº 638: “... La Resurrección de Jesús es
la verdad culminante de nuestra fe en Cristo, creída y vivida por la primera
comunidad cristiana como verdad central, transmitida como fundamental por la
Tradición, establecida en los documentos del Nuevo Testamento, predicada como
parte esencial del Misterio Pascual al mismo tiempo que la Cruz:...”
2.-Todas
las fuentes cristianas sin distinción afirman la resurrección de Jesús. Es más,
la resurrección de Jesús es la afirmación cardinal de la fe cristiana. En
1 Cor 15,3-5 se afirma que “si Cristo no ha resucitado, entonces nuestra
predicación no tiene contenido ni vuestra fe tampoco”.
3.-San Basilio de Seleucida, en el siglo V, decía
que “Cristo con su
resurrección de entre los muertos ha hecho de la vida de los hombres una
fiesta. Los ha colmado de gozo al hacerles vivir no ya un vida terrestre sino
una vida celestial”.
4.-Dice Antonio
García Lozano, o.p. “la Pascua ha quedado definida como la fiesta del
"paso" o del "tránsito". Es el momento clave, crucial, en
que termina la espera ansiosa y atormentada, por la dramática desaparición del Señor
–"arrebatado por la muerte" (Mt 9, 15)- y comienza la gran fiesta.
Una fiesta que se prolongará por espacio de cincuenta días. ...”.
5.-La Resurrección de Jesús se impone como gracia
para descubrir que el Nazareno es el reflejo del auténtico rostro de Dios en
medio de esta historia cargada de sombra-luz, de bien-mal, de gracia-pecado, de
ley-misericordia...
6.-La
resurrección de Jesucristo es la predicación de la Iglesia y marca la columna
vertebral de todo su existir, de todo su ser, y constituye la esencia misma de
su predicación y de su apostolado.
7.-La
Resurrección da al Crucificado legitimidad para elevarse como el auténtico
portavoz de todos los profetas, encarnando en su persona toda la plenitud de la
Palabra divina.
8.-La pascua es
el corazón del año litúrgico. León I la llama la fiesta mayor (festum
festorum), y dice que la Navidad se celebra en preparación para la Pascua
(Sermón XVII en Exodum).
9.-¡Cómo resuena en nosotros
el grito alegre de la Pascua: “ No temáis. Buscáis a Jesús Nazareno, el
crucificado. Ha resucitado, no está aquí. Mirad el sitio donde lo pusieron..." (Mc 16, 7).
10.-El
mensaje de la Pascua es la predicación de la Iglesia. En definitiva, el
Cristianismo es una persona, Jesucristo. Jesucristo
con nosotros, por nosotros crucificado y por nosotros resucitado por puro amor,
por pura compasión y misericordia.
11.-La auténtica fe cristiana se debe
fundamentar en la experiencia pascual de Jesús de Nazaret, vivida y
testimoniada por unos testigos válidos, que puedan dar soporte estructural a
una continuidad legítima entre nosotros y el mismo Jesús.
12.-La
Resurrección de Jesús se levanta como alternativa ante el dolor y el
sufrimiento del mundo. De hecho, para el cristiano, la última respuesta es el
Sí definitivo de Dios a la vida, al curso de la historia y a la nuestra
existencia.
13.-. Dice Casiano Floristán que “durante los siete domingos de Pascua, la liturgia celebra el
mensaje pascual de la resurrección del Señor, la alegría de la Iglesia por la
renacida esperanza, la vida nueva de los neófitos y la acción del Espíritu
Santo en la comunidad cristiana. Se trata, en definitiva, de celebrar
prolongadamente la Pascua. Recordemos que la fiesta principal del año no es el
Viernes Santo, sino el Domingo de Resurrección”.
14.- La Resurrección de Jesús es el punto central
de nuestra vida cristiana y la razón misma de lo que la Iglesia cree, espera, celebra y vive.
Necesitamos tener experiencia pascual,
experiencia del resucitado como tuvieron los discípulos.
15.- La salvación es un regalo de Dios que no se consigue por
méritos propios.
La salvación nos la ha merecido Jesús de Nazaret, muerto y resucitado.
Su
vida, muerte y resurrección nos revela cuánto nos ama Dios.