VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).
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domingo, 7 de septiembre de 2025
GESTIONAR LOS ASUNTOS TEMPORALES SEGÚN DIOS.
VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).
lunes, 18 de noviembre de 2024
ESPECIAL: SOLEMNIDAD DE LOS SANTOS Y CONMEMORACIÓN DE LOS DIFUNTOS.
VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).
ESPECIAL: SOLEMNIDAD DE LOS SANTOS Y CONMEMORACIÓN DE LOS DIFUNTOS.
La Iglesia Católica celebra de manera muy especial estos días, al tiempo que están muy arraigados en nuestra cultura.
La solemnidad de Todos los Santos como la Conmemoración de los Difuntos, son dos celebraciones que recogen en sí, de un modo especial, la fe en la vida eterna.
La Solemnidad de Todos los Santos pone ante los ojos de nuestra fe a todos aquellos que han alcanzado la plenitud de su llamada a la unión con Dios (los Santos). También se nos invita a subrayar la llamada a la santidad que estamos llamados por el Santo Bautismo.
El día que conmemora los Difuntos hace converger nuestros pensamientos hacia aquellos que, dejado este mundo, esperan alcanzar en la expiación la plenitud de amor que pide la unión con Dios.
Se tratan de dos días grandes para la Iglesia que, de algún modo, "prolonga su vida" en sus santos y también en todos aquellos que por medio del servicio a la verdad y el amor se están preparando a la vida eterna.
El Vaticano II, en Constitución Dogmática “Gaudium et Spes”, lo expresa bellamente: “El máximo enigma de la vida humana es la muerte. El hombre sufre con el dolor y con la disolución progresiva del cuerpo. Pero su máximo tormento es el temor por la desaparición perpetua. … Mientras toda imaginación fracasa ante la muerte, la Iglesia, aleccionada por la Revelación divina, afirma que el hombre ha sido creado por Dios para un destino feliz situado más allá de las fronteras de la miseria terrestre. … (G.S. 18)
Martín Descalzo, sacerdote y escritor católico, vivió su proceso de enfermedad de manera admirable. Él decía que “Morir es sólo morir. Morir se acaba. Morir es una hoguera fugitiva. Es cruzar una puerta a la deriva y encontrar lo que tanto se buscaba”.
Creemos que es una terrible pérdida no tener a la muerte como última instancia, o penúltima para los cristianos, de la vida del hombre actual. Ella se convierte en un principio de impulso para no instalarse en esta realidad para siempre como lo único existente, y abre la pregunta sobre el gran quizá de la vida más allá de la muerte.
A.-LA ORACIÓN:
Rezar por nuestros difuntos y por todos los difuntos.
B.-PARTICIPAR EN LA EUCARISTÍA:
En cada Eucaristía celebramos la entrega de Jesús por todos y su triunfo sobre la muerte.
C.-LA LIMOSNA:
El compartir de nuestros bienes a través de la limosna ennoblece a la persona y participa en la construcción de un mundo de solidaridad y favorece nuestra salvación.
D.-RENOVAR NUESTRO COMPROMISO:
Un compromiso para la construcción del mundo conforme al proyecto de Dios y en favor del Reino de Dios basado en la justicia y el amor.
3.-LA CELEBRACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
La Festividad de todos los difuntos nació en Cluny (Francia) en el siglo X y se celebró siempre el día 2 de Noviembre.
Fue creado por San Odilo, abab del Monasterio de Cluny, para realizar oraciones, no solamente por los protectores laicos difuntos como se hacía hasta ese momento, “por todos los muertos”. Roma adoptó esta celebración y la extendió a toda la Iglesia.
La muerte nos
acerca a las personas a nuestro interior más que la presencia física y nos
despierta del sueño de lo inmediato y sensorial. La muerte es el combate más
pálido de la existencia humana pero que nos da la oportunidad de sumergirnos en
el secreto de los muertos de ayer, testigos predilectos de la fugacidad de la
vida y del tiempo.
La muerte es el palpitar silencioso que nos hace estallar en lo cotidiano y nos acerca sin notarse a la más clara memoria: ser hijos de la tierra y peregrinos hacia el cielo.
7.- LA MUERTE COMO DESTINO PENÚLTIMO.
En estos días las miradas de los ciudadanos se dirigen a los cementerios y el transitar de miles y miles de personas para visitar las tumbas de los suyos.
El ser humano se
resiste a desaparecer para siempre y cuando se impone toda desesperanza,
entonces, de inmediato, brota, desde el mismo interior, una rebeldía que le
impulsa a hacer creíble su esperanza.
Es una
terrible pérdida no tener a la muerte como última instancia, o “penúltima para
los cristianos, de la vida del ser humano, y reconocer que nuestra existencia
se encamina hacia “la otra orilla”, a la vida eterna.
El Papa
Benedicto XVI, en la Oración del Ángelus del 1 de Noviembre del 2006, afirmó:
“…para nosotros, los cristianos, “vida eterna” no indica una vida que dura para
siempre, sino, más bien, una nueva calidad de existencia, plenamente inmersa en
el amor de Dios, que libra del mal y de la muerte, y nos pone en comunión sin
fin con todos los hermanos y las hermanas que participan del mismo amor. Por
tanto, la eternidad ya puede estar presente en el centro de la vida terreno y
temporal, cuando el alma, mediante la gracia, está unida a Dios, su fundamento
último”.
La mirada a la vida eterna es un arma que nos mantendrá despiertos en esta tierra y la antorcha que hará soportables nuestros pasos, sabiendo que “no se niega la esperanza de “un cielo nuevo y una tierra nueva” en nombre del descuido de lo terreno, sino que más bien “se equivocan los cristianos que, bajo el pretexto de que no tenemos aquí ciudad permanente, pues buscamos la futura, consideran que puedan descuidar las tareas temporales, sin darse cuenta de que la propia fe es un motivo que les obliga al más perfecto cumplimiento de todas ellas, según la vocación personal de cada uno” (GS 43).
La Celebración de todos los difuntos nos nos acerca sin notarse a la más clara memoria: ser hijos de
la tierra y peregrinos hacia el cielo.
8.-
¡Sí, una llamada que nos mantenga despiertos y nos lance hacia el futuro con entusiasmo y esperanza!
CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE
ENTRE SANTOS Y DIFUNTOS ANDAMOS.
VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).
La Iglesia Católica celebra de manera muy especial estos días, al tiempo que están muy arraigados en nuestra cultura.
La solemnidad de Todos los Santos como la Conmemoración de los Difuntos, son dos celebraciones que recogen en sí, de un modo especial, la fe en la vida eterna.
La Solemnidad de Todos los Santos pone ante los ojos de nuestra fe a todos aquellos que han alcanzado la plenitud de su llamada a la unión con Dios (los Santos). También se nos invita a subrayar la llamada a la santidad que estamos llamados por el Santo Bautismo.
El día que conmemora los Difuntos hace converger nuestros pensamientos hacia aquellos que, dejado este mundo, esperan alcanzar en la expiación la plenitud de amor que pide la unión con Dios.
Se tratan de dos días grandes para la Iglesia que, de algún modo, "prolonga su vida" en sus santos y también en todos aquellos que por medio del servicio a la verdad y el amor se están preparando a la vida eterna.
El Vaticano II, en Constitución Dogmática “Gaudium et Spes”, lo expresa bellamente: “El máximo enigma de la vida humana es la muerte. El hombre sufre con el dolor y con la disolución progresiva del cuerpo. Pero su máximo tormento es el temor por la desaparición perpetua. … Mientras toda imaginación fracasa ante la muerte, la Iglesia, aleccionada por la Revelación divina, afirma que el hombre ha sido creado por Dios para un destino feliz situado más allá de las fronteras de la miseria terrestre. … (G.S. 18)
Martín Descalzo, sacerdote y escritor católico, vivió su proceso de enfermedad de manera admirable. Él decía que “Morir es sólo morir. Morir se acaba. Morir es una hoguera fugitiva. Es cruzar una puerta a la deriva y encontrar lo que tanto se buscaba”.
Creemos que es una terrible pérdida no tener a la muerte como última instancia, o penúltima para los cristianos, de la vida del hombre actual. Ella se convierte en un principio de impulso para no instalarse en esta realidad para siempre como lo único existente, y abre la pregunta sobre el gran quizá de la vida más allá de la muerte.
1.-LA ORACIÓN:
Rezar por nuestros difuntos y por todos los difuntos.
2.-PARTICIPAR EN LA EUCARISTÍA:
En cada Eucaristía celebramos la entrega de Jesús por todos y su triunfo sobre la muerte.
3.-LA LIMOSNA:
El compartir de nuestros bienes a través de la limosna ennoblece a la persona y participa en la construcción de un mundo de solidaridad y favorece nuestra salvación.
4.-RENOVAR NUESTRO COMPROMISO:
Un compromiso para la construcción del mundo conforme al proyecto de Dios y en favor del Reino de Dios basado en la justicia y el amor.
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