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martes, 25 de noviembre de 2025

DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER-2025.







                   

DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER-2025.





INTRODUCCIÓN AL BLOG

VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).





DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER-2025.


         El día 25 de Noviembre se celebra el DÍA INTERNACIONAL PARA LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER, jornada que busca sensibilizar y denunciar las acciones violentas contra las mujeres.   

       El 17 de Diciembre del 1999, la Asamblea de las Naciones Unidas designó el 25 de Noviembre como el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer.

        Se eligió esta fecha para conmemorar el violento asesinato de las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en manos por la policía secreta del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.        

         La Asamblea General de la ONU, en 1993, definió la violencia contra la mujer como “todo acto de violencia que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.                                

      La violencia contra las mujeres es un problema que tiene un alcance mundial: la OMS estima que una de cada tres mujeres en el mundo ha sufrido violencia física o sexual en el trascurso de su vida. .     

    Según Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), la violencia de género nace de normas perjudiciales, abuso de poder y desigualdad de género. Se trata de un problema de salud y protección que pone en riesgo la vida.  

   Se estima que una de cada tres mujeres sufre de violencia física o sexual en el trascurso de su vida.                      A su vez, ACNUR afirma que la violencia de género puede ser de tipo sexual, físico, psicológico y económico, y puede darse tanto en espacios públicos como privados. Las amenazas, la coerción y la manipulación son también formas de violencia de género.     

      La violencia contra las mujeres y las niñas se manifiesta de forma física, sexual y psicológica. Incluye los siguientes supuestos:  

 1.- Violencia por parte de un compañero sentimental (violencia física, maltrato psicológico, violación conyugal, feminicidio).   

 2.-Violencia sexual y acoso (violación, actos sexuales forzados, insinuaciones sexuales no deseadas, abuso sexual infantil, matrimonio forzado, acecho, acoso callejero, acoso cibernético). 

  3.-Trata de seres humanos (esclavitud, explotación sexual). 

   4.-Mutilación genital femenina (practicada en ciertas comunidades y culturas, asociada con creencias religiosas).  

   5.-Matrimonio infantil (niñas obligadas a contraer matrimonio en contra de su voluntad).

        La valoración de la mujer como un ser humano auténtico con sus derechos y deberes en la sociedad, igual que el hombre, se ha convertido en uno de los más grandes logros del movimiento feminista.

       Además, la incorporación en puestos de responsabilidad en la vida pública y social es uno de los grandes triunfos de la mujer en la sociedad, más allá de su puesto tradicional en el hogar como ama de casa, esposa y madre.

        La dignidad y la igualdad de la mujer en relación al hombre se consideran en nuestra cultura occidental, también a los ojos de la iglesia católica,  impulsada por el Concilio Vaticano II, una conquista y un “signo de los tiempos”.   Y esta dignidad e igualdad de la mujer en nuestra sociedad, implica la erradicación de la violencia contra las mujeres.             

     Para la fe cristiana, la mujer tiene una dignidad y una importancia especial. En primer lugar, cree que en María de Nazaret, una mujer, se produce la Encarnación del Verbo y se hace uno con nosotros.  

     En la tradición bíblica, la dignidad de la mujer y su igualdad esencial con el hombre es subrayada de manera potente. Relata el libro del Génesis que el ser humano, “hombre y mujer”, ambos fueron creados por el Creador a su imagen y semejanza.

         Jesús de Nazaret viene a confirmar y a subrayar de forma increíble esta visión profunda de la tradición bíblica. En efecto, tal y como lo presentan los Evangelios canónicos, Jesús fue un auténtico impulsor de la dignidad de la mujer.

        Jesús mostró una actitud de respeto y atención hacia las mujeres, que fue revolucionaria e inaudita en su tiempo.      En los Evangelios, Jesús, en su vida pública, se encuentra con mujeres que sufren enfermedades y sufrimientos,.. y las atiende con su poder sanador (la mujer poseída, la suegra de Simón, la hija de Jairo, la viuda de Naím…). También reciben atención las que se hallan en exclusión y rechazo social (la mujer que sufría hemorragias, la samaritana, la mujer sorprendida en aldulterio, la “pecadora pública” que lava sus pies…)

     También las mujeres son frecuentemente protagonistas de parábolas que expresan ideas fundamentales sobre su predicación y mensajes sobre el Reino de Dios (las vírgenes sensatas, la pobre viuda que echa limosna en el cepillo del Templo...)

     También Jesús cuestiona profundamente la discriminación y el maltrato que sufre la mujer en la sociedad de su tiempo, rechazando la legislación que autorizaba el divorcio masculino unilateral, defendiendo la igualdad de los esposos, denunciando el deseo de tratar a las mujeres como objeto de placer (“quien mira a una mujer deseándola, ya ha pecado en su corazón”) y haciendo visible la hipocresía social que culpabilizaba a menudo las mujeres de los actos adúlteros (“quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”).

     Es más, numerosas mujeres son seguidoras de Jesús y lo acompañan en su vida pública. En definitiva, ellas permanecen fieles hasta la muerte de Cruz, cuando los demás lo abandonan y huyen.

El Papa Francisco, en la Exhortación apostólica Amoris Laetitia, afirmaba con rotundidad de que “aunque hubo notables mejoras en el reconocimiento de los derechos de la mujer y en su participación en el espacio público, todavía hay mucho que avanzar en algunos países. No se terminan de erradicar costumbres inaceptables. Destaco la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación…”  y continúa el Papa, en el mismo documento, que “la violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal. Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones…” (AL 54).

El Papa Francisco pedía rezar por las mujeres que son víctimas de la violencia, ya sea “psicológica, verbal, física o sexual”, “para que sean protegidas por la sociedad y para que su sufrimiento sea considerado y sea escuchado por todos”. Señala el Papa que esta realidad es una “cobardía y una degradación para toda la humanidad”.        

Pidamos con fuerza que se cree una gran conciencia para defender la dignidad y los derechos de las mujeres, combatiendo esta violencia, física y psicológica, fundamentalmente en la escuela y en los hogares.     

 Como Iglesia Católica, denunciamos la violencia que se ejerce sobre las mujeres en todo el mundo y reclamamos el fin de la violencia contra las mujeres, al tiempo que pedimos políticas públicas para su erradicación y prevención.

 


  

CREDO DE LA IGLESIA CATÓLICA

 Lo que unifica a la Iglesia Católica es el Credo.
La fe recibida en el Bautismo necesita ser profesada, celebrada, vivida y orada.






 
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