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viernes, 24 de noviembre de 2023

RETIRO EN EL ADVIENTO 2020.







RETIRO EN EL ADVIENTO 2020. 




INTRODUCCIÓN AL BLOG






    VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).

En  los orígenes del Cristianismo tenemos una experiencia muy precisa, la experiencia de unos hombres y mujeres, tocados y atraídos por Jesús de Nazaret, el Cristo, cuyas vidas  se convirtieron en magníficas y distintas desde ese momento, alcanzando cotas de perfección y santidad increíbles a pesar de su debilidad.


            En medio de sus afanes escucharon un na voz que les gritaba: "¡Ven y sígueme!" Una voz que se sigue oyendo en la dinámica del mundo y en la existencia de cada hombre y mujer, deseoso de encontrar un sentido global y permanente a su historia.

            ¡Si, este reclamo a seguir al Nazareno se prolonga desde el principio hasta nuestros días, y continuará hasta el final del tiempo!

La señal de la presencia del Resucitado son los santos. Los santos palpan de vez en cuando la perfección suprema de Dios y nos recuerdan a los humanos que el mal puede ser vencido solamente con sacrificio, constancia y confianza.


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                          RETIRO EN EL ADVIENTO 2020. 



 El retiro ha sido inspirado por la oración del Papa Francisco.

    LISTA DE VÍDEOS COMPLETA DEL RETIRO 2020

1.-ORACIÓN 



2.-CHARLA: 


ORACIÓN DEL PAPA FRANCISCO PARA EL ADVIENTO. 

Al final de la Misa con los nuevos Cardenales, realizada el Primer           Domingo de Adviento 2020, el Papa Francisco realizó una oración para el Adviento, tiempo litúrgico que nos recuerda que Jesús vino a nosotros y volverá al final de los tiempos.

Esta es la oración que pronunció y que podemos rezar a lo largo del Adviento, periodo que nos prepara espiritualmente para la Navidad.

Oración del Papa Francisco para el Adviento.

Ven, Señor Jesús, te necesitamos.

Acércate a nosotros.

Tú eres la luz: despiértanos del sueño de la mediocridad, despiértanos de la oscuridad de la                indiferencia.

Ven, Señor Jesús, haz que nuestros corazones, que ahora están distraídos, estén vigilantes:

haznos sentir el deseo de rezar y la necesidad de amar.

DESARROLLO:


*el Adviento es un tiempo de esperanza y renovación, tiempo especial de gracia y una invitación a reconocer las VENIDAS DE JESÚS.                               

  A.-El Adviento es un tiempo para “RECORDAR”: El Señor vino y “acampó entre nosotros”.                     

B.-El Adviento es un tiempo para “CELEBRAR”: El Señor viene en la Iglesia por medio del Espíritu Santo.                                                     

C.-El Adviento es un tiempo para “ESPERAR”: El Señor vendrá al final de los tiempos en el que Dios será todo en todos.        

   ES DECIR:   El Adviento nos habla de un origen, la primera venida del Salvador desde el Si           Incondicional de María, y nos habla también de una meta, la segunda venida del Salvador para   concluir la historia y comenzar la época definitiva, la época en que Dios será “todo en todos”.  Y           entre estas dos venidas se desarrolla el tiempo de la Iglesia y se sitúa nuestra vida. Y también se da la venida de Jesucristo por medio de la acción de su Espíritu: llega el Señor a nosotros a         través de su Palabra, se hace presente para actuar en sus sacramentos, toca a nuestras puertas como hermano necesitado que reclama nuestra solidaridad.

Profundicemos en la oración del Papa Francisco para el tiempo del Adviento-20.                               

 1.-VEN, SEÑOR JESÚS, TE NECESITAMOS.

   Nadie desea un Salvador ni espera su venida si no siente necesidad de ser   salvado.

   ¿Tenemos necesidad de Jesús en nuestra vida?, ¿para qué lo necesitamos?.

el mundo tiene conciencia de la gravedad de un salvador en esta hora...


1.-Oscurecimiento de la esperanza, acrecentado especialmente por la Pandemia.

*Inseguros, sin esperanza, desorientados

2.-pérdida de la memoria y de la herencia cristianas, unida a una especie de agnosticismo práctico y de indiferencia religiosa.

3.-progresivo avance del laicismo, corre el Cristianismo el riesgo de convertirse en mero vestigio del pasado.

4.-miedo en afrontar el futuro.

5.-Difusa fragmentación de la existencia.

6.-Vacío interior y la pérdida del sentido de la vida. (manifestaciones en lo cotidiano: vocaciones, natalidad, resistencia a decisiones definitivas…)

7.-Prevalece una sensación de soledad

8.-Crisis familiares y deterioro del concepto mismo de familia…

9.-Indiferencia ética general…

10.-Oscurecimiento de la esperanza.

11.-Junto con la difusión del individualismo, se nota un decaimiento         creciente de la solidaridad interpersonal.

12.-En la raíz de la pérdida de la esperanza está el intento de hacer    prevalecer una antropología sin Dios y sin Cristo..

13.-La cultura europea da la impresión de ser una apostasía silenciosa por parte del hombre autosuficiente que vive como si Dios no existiera.

 14.-presentar la cultura europea prescindiendo de la aportación del cristianismo, que ha marcado su desarrollo histórico y su difusión universal.

15.-un agnosticismo religioso cada vez más difuso, vinculado a un relativismo moral y jurídico más profundo,

17.-Los signos de la falta de esperanza se manifiestan a veces en las formas preocupantes de lo que se puede llamar una « cultura de muerte ».

   La necesidad de Jesús brota desde un corazón humilde: *capaz de comprender el secreto de Dios porque busca desde su propia pequeñez e  indigencia, y no desde la prepotencia y el orgullo.

*capaz de “vivir en verdad” y pide sin exigir nada como un “mendigo necesitado” de lo más   urgente, que sólo Dios mismo puede dárselo.

 *capaz de reconocer de “quien se ha fiado” y pone toda su confianza en Él, a pesar de las             dificultades.

      Hagamos que en cada situación que nos encontremos anhelemos las venidas de Cristo  desde un talante humilde y sencillo, sabiendo que Dios se hace “mendigo” de nuestra pequeñez y      debilidad. 

 

2.-ACÉRCATE A NOSOTROS.


   La venida humilde del Señor se prolonga, gracias a su Pascua y al don de su Espíritu, en sus     múltiples presencias cotidianas

     El Señor sigue viniendo, de forma oculta, para hacer actual y concretamente posible su          encuentro salvador con cada uno de nosotros.

     En Adviento celebramos la venida oculta del Señor a nosotros en tantas formas, por las cuales “en persona se pone a caminar junto a nosotros” (cf. Lc 24,15) y trata de conducirnos siempre de nuevo al encuentro que nos salva.

Para actualizar esta presencia salvífica de Cristo entre  nosotros existe la Iglesia. Jesús viene a nosotros cada día en         diversos modos (cf. Pablo VI, Mysterium fidei, 5):

    *A través de la oración: «porque es él quien ora por nosotros, ora en nosotros y a Él oramos: ora por nosotros, ora en nosotros y a Él oramos como a Dios nuestro.

   *En los pobres, pequeños, débiles y sufrientes, con quienes Cristo se ha identificado (cf. Mt 25,40).

     *A través del testimonio de nuestras obras porque es Cristo mismo quien realiza estas obras por medio de su Iglesia (MF 5).

  *En la fe y la esperanza de la Iglesia peregrina, “porque Él habita en nuestros corazones por la fe (cf. Ef 3,17)

    *Por el anuncio del Evangelio, por el cual el mensaje de salvación de Jesucristo puede llegar a los corazones y las mentes de todos.

   *En la celebración de los sacramentos, que son acción del mismo Cristo. Especialmente, en la Eucaristía, presencia sustancial de Jesucristo que acompaña y sostiene al pueblo de Dios peregrino.

      Los distintos modos de hacerse presente Cristo a nosotros en su Iglesia son una invitación         constante a dejar nacer a Cristo en nuestros corazones y en nuestras vidas concretas.


3.-TÚ ERES LA LUZ: DESPIÉRTANOS DEL SUEÑO DE LA   MEDIOCRIDAD.


         El Adviento es un tiempo de esperanza y de conversión, y la razón fundamental de la             esperanza es que Dios ama a nuestro mundo, y nos ama apasionadamente a cada uno de nosotros.                            Ante ese amor desmedido de Dios para con nosotros, la   respuesta debe ser la fe y la   confianza del ser humano.

      Dios mismo nos indica el camino que debemos seguir. Dios  mismo nos recuerda que el  camino que debemos seguir debe    cimentarse fundamentalmente en la paz y en la justicia,   auténticos dones de arriba.

     Necesitamos salir de nuestra mediocridad y de nuestros “trampas interiores” para vivir con          intensidad el encuentro de Cristo, en clave de conversión y esperanza.

      "Yo prefiero y preferiré siempre a los que sueñan, aunque se equivoquen, a los que esperan, aunque a veces falle su esperanza. A los que apuestan por la utopía, aunque luego se queden a medio camino. Apuesto por los que no se resignan a que el mundo sea como es, los que confían que el mundo puede y debe cambiar... los que creen que la felicidad vendrá tal vez mañana... tal vez esta misma noche... Prefiero a los que no hacen caso al pesimismo que todos arrastramos, y que no nos deja ver más allá de nuestras narices... Prefiero a los que, como niños, saben ver el             cielo estrellado y nuevo cada noche... los que como los niños, creen en el Reino de los Cielos,     porque sólo de los que esperan, será el Reino de la felicidad. Y así lo espero" (J.Luis Martín  Descalzo).

 

4.-TÚ ERES LA LUZ: DESPIÉRTANOS DE LA OSCURIDAD DE LA INDIFERENCIA.


    “La indiferencia hacia el prójimo y hacia Dios es una tentación real también para los cristianos. Necesitamos oír el grito de los profetas que levantan su voz y nos despiertan.

    Dios no es indiferente al mundo, sino que lo ama hasta el punto de dar a su Hijo por la salvación de cada hombre. En la Encarnación, en la vida terrena, en la muerte y resurrección del Hijo de Dios, se abre definitivamente la puerta entre Dios y el hombre, entre el cielo y la tierra. Y la Iglesia es como la mano que tiene abierta esta puerta mediante la proclamación de la Palabra, la celebración de los sacramentos, el testimonio de la fe que actúa por la caridad (cf. Ga 5,6). Sin embargo, el mundo tiende a cerrarse en sí mismo y a cerrar la puerta a través de la cual Dios entra en el mundo y el mundo en Él” (Papa Francisco).

 Papa Francisco:

    Como individuos tenemos la tentación de la indiferencia. Estamos saturados de noticias e     imágenes tremendas que nos narran el sufrimiento humano y, al mismo tiempo, sentimos toda       nuestra incapacidad para intervenir.           ¿Qué podemos hacer para no dejarnos absorber por esta          espiral de horror y de impotencia?

En primer lugar, podemos orar en la comunión de la iglesia terrenal y celestial.

En segundo lugar, podemos ayudar con gestos de caridad, llegando tanto a las personas cercanas como a las lejanas, gracias a los numerosos organismos de caridad de la Iglesia.

En tercer lugar, el sufrimiento del otro constituye un llamado a la conversión, porque la necesidad del hermano me recuerda la fragilidad de mi vida, mi dependencia de Dios y de los   hermanos.


5.-VEN, SEÑOR JESÚS, HAZ QUE NUESTROS CORAZONES ESTÉN VIGILANTES.


    Hay que prepararnos para recibir algo grande y muy hermoso. La vida no sólo se alegra con las realidades positivas, sino con las esperanzas de estas realidades. Toda esperanza alegra el   corazón. La esperanza posibilita la ilusión y el esfuerzo.

           Hoy, en medio de tantos peligros y tantos “desiertos”, proclamar que Dios jamás nos  abandona y que es nuestro “compañero incansable en el camino” reconforta nuestra alegría y nos fortalece en la esperanza, esa virtud que no se cansa de esperar y goza en su corazón de lo que aún no está. 

    ¿Qué significa la llamada a la vigilancia durante el Adviento (Benedicto XVI).

1.- Justo desapego de los bienes terrenos.

2.- Sincero arrepentimiento de los propios errores.

3.- Humilde confianza en las manos de Dios nuestro Padre, tierno y misericordioso.

4.- Apertura a los signos de los tiempos y a saber descubrir y discernir los acontecimientos grandes y los hechos sencillos desde un corazón abierto a la Providencia.

5.- Gozosa, íntima y orante actitud de acogida, escucha y de la contemplación de la Palabra de Dios para ver la realidad, el mundo y el prójimo con ojos nuevos, vivir con esperanza fiable y actuar con caridad efectiva.

6.- La vigilancia cristiana es seguir al Señor, caminar hacia el encuentro con Cristo que está continuamente visitándonos.

7.- La vigilancia cristiana es elegir lo que El eligió.

8.- Es amar lo que Él ha amado y ama.

9.- Es configurar la propia vida con la suya.

10.- Es recorrer cada minuto de nuestra vida y de nuestro tiempo en el horizonte de su amor sin dejarnos abatir por las dificultades pequeñas o grandes, cotidianas o extraordinarias.

 

6.-HAZNOS SENTIR EL DESEO DE REZAR.

APRENDAMOS A ORAR.

1.- Comienza por saber escuchar. 

2.- No ores para que Dios realice tus planes, sino para que cumplas la voluntad de Dios en tu vida..

3.– No olvidar  que la fuerza de tu debilidad es la oración. Cristo dijo: «Pedid y recibiréis»

4.– Técnica para pedir. Hazlo atento, humilde, confiado, insistente y unido a Cristo.

5.– Cuéntale a Dios tu historia y la historia de los demás. Muchas veces y sin desfallecer.

6. -No conviertas tu oración en un monólogo, harías a Dios autor de tus propios pensamientos.

7. - Cuando ores no seas ni engreído, ni demasiado humilde. Manifiéstate tal cuál eres.

8.-Evita las distracciones externas e internas.

9. - Si alguna vez piensas que cuando hablas a Dios Él no te responde..., lee el Nuevo Testamento.

10.-No olvides que la oración es un “trato de amistad de Dios” en clave de amor y de disponibilidad.

 

7.-HAZNOS SENTIR LA NECESIDAD DE AMAR.


    Jesús mismo, en el Evangelio, nos advierte que no basta decir “Señor, Señor, para entrar en el Reino de los cielos”, sino “el que haga la voluntad de mi Padre celestial”.

    La voluntad del Padre celestial pasa por hacer posible el dinamismo del amor… En el fondo, la voluntad del Padre pasa por amar a Dios con todas nuestras fuerzas y al prójimo como a nosotros mismos.

Características de amor verdadero según la biblia 

1.-El amor es sincero: Esta palabra se explica por sí sola, Dios nos manda a que el amor sea   honesto, sincero, del amor debemos quedarnos con lo que es bueno, porque el amor no debe ser dolor ni sufrimiento.                               

2.-El amor es humilde: La amabilidad, la humildad y la paciencia es una característica del amor de Dios en nosotros. Así debemos tratar a los otros. 

3.-El amor es apoyo: El verdadero amor de un amigo no cesa cuando este está pasando malos momentos. El amor es acompañar en todo momento.

 4.-El amor es desapego: El verdadero amor hará que amemos a los demás como a nosotros mismos. 

 5.-El amor de Dios es amar a todos: Amad a vuestros enemigos, haced bien a ellos, y prestad, no esperando de ellos nada. Luego, tu recompensa será grande, y seréis hijos del Altísimo, porque él es benigno para con los ingratos y malos.

  

¡¡¡VEN, SEÑOR JESÚS!!!

EL TIEMPO DEL ADVIENTO AL DESCUBIERTO



UNOS APUNTES SOBRE EL ADVIENTO EN VÍDEO



 


  UN RAMILLETE DE VÍDEOS SOBRE EL ADVIENTO

 

RETIRO DE ADVIENTO-2021
                   

Firmes en la fe en Cristo resucitado



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