Vistas de página en total

Elige tu idioma

revolvermaps

Buscar este blog

SEDUCIDOS POR EL CAMINO

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

SUSCRÍBETE A MI CANAL DE YOUTUBE

SUSCRÍBETE A MI CANAL DE YOUTUBE
Puede interesarte

viernes, 22 de diciembre de 2023

EL EVANGELIO DE SAN MATEO: RELATO DE LA INFANCIA.







EL EVANGELIO DE SAN MATEO: RELATO DE LA INFANCIA. 






INTRODUCCIÓN AL BLOG






    VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).

En  los orígenes del Cristianismo tenemos una experiencia muy precisa, la experiencia de unos hombres y mujeres, tocados y atraídos por Jesús de Nazaret, el Cristo, cuyas vidas  se convirtieron en magníficas y distintas desde ese momento, alcanzando cotas de perfección y santidad increíbles a pesar de su debilidad.


            En medio de sus afanes escucharon un na voz que les gritaba: "¡Ven y sígueme!" Una voz que se sigue oyendo en la dinámica del mundo y en la existencia de cada hombre y mujer, deseoso de encontrar un sentido global y permanente a su historia.

            ¡Si, este reclamo a seguir al Nazareno se prolonga desde el principio hasta nuestros días, y continuará hasta el final del tiempo!

La señal de la presencia del Resucitado son los santos. Los santos palpan de vez en cuando la perfección suprema de Dios y nos recuerdan a los humanos que el mal puede ser vencido solamente con sacrificio, constancia y confianza.


  


 EL EVANGELIO DE SAN MATEO: RELATO DE LA INFANCIA. 







              BENEDICTO XVI

 Jesús nació en una época determinable con precisión. Al inicio de la actividad pública de Jesús, Lucas ofrece una vez más una datación detallada y cuidadosa de aquel momento histórico: es el decimoquinto año del imperio de Tiberio César; son mencionados el gobernador romano de aquel año y los tetrarcas de Galilea, de la Iturea y de la Traconítide, como también de la Abilene y después los jefes de los sacerdotes (cfr. Lc 3,1 s).  

 Jesús no nació y apareció en público en el impreciso “erase una vez” del mito. Él pertenece a un tiempo exactamente fechable y a un ambiente geográfico exactamente indicado: el universal y el concreto se tocan mutuamente. En Él, el Logos, la Razón creadora de todas las cosas, entró en el mundo. El Logos eterno se hizo hombre, y de esto es parte el contexto del lugar y del tiempo. La fe está ligada a esta realidad concreta, aunque después, en virtud de la Resurrección, el espacio temporal y geográfico es superado y el “preceder en Galilea” (Mt 28,7) de parte del Señor introduce en la amplitud abierta de la entera humanidad (cfr. Mt 28, 16ss).


I.-RELATO DE LA INFANCIA DE JESÚS                                                         

Los Evangelios nos son biografías ni vidas de Jesús. Son Catequesis de la comunidad cristiana a luz de la Resurrección.    

  Benedicto XVI, en su libro "La Infancia de Jesús", afirma: "Recapitulemos: lo que Mateo y Lucas pretendían —cada uno a su propia manera— no era tanto contar «historias» como escribir historia, historia real, acontecida, historia ciertamente interpretada y comprendida sobre la base de la Palabra de Dios. Esto quiere decir también que su intención no era narrar todo por completo, sino tomar nota de aquello que parecía importante a la luz de la Palabra y para la naciente comunidad de fe. Los relatos de la infancia son historia interpretada y, a partir de la interpretación, escrita y concentrada".    

  Solo dos evangelistas nos presentan relatos de la infancia de Jesús. Mateo y Lucas elaboran al principio de sus escritos lo que se conoce como «Evangelios de la infancia».  

 Mateo escribe para cristianos de origen judío y señala que  Jesús es, desde su nacimiento, el Mesías esperado; más aún: toda la historia de la salvación, desde Abraham, estuvo encaminada hacia él (cf. la genealogía de Cristo, Mt 1,1-17).  

 Lucas que escribió su evangelio por el mismo tiempo que Mateo, da un paso adelante y dice que desde la Navidad, en la gruta de Belén, Jesús es el Mesías y el Hijo de Dios. Pero no fue sólo la historia de Israel, desde Abraham, la que estuvo orientada a su nacimiento en la gruta, sino toda la historia humana, desde Adán (Lc 3, 38).   

Los relatos  de la infancia están imbuidos en un contexto profético, en este caso a partir de la interpretación del autor sobre los acontecimientos narrados.  

 La sucesión de episodios presentada por los evangelistas se van relacionando con fragmentos de las Escrituras judías interpretados como profecías mesiánicas. 

Ambos relatos tienen semejanzas y diferencias.             

• Mateo centra su relato en José; Lucas en María.                                             

  • Mateo compara a Jesús con Moisés; Lucas, con Samuel.                            

  • Mateo trae muchas citas del A.T.; Lucas, muchas referencias al Ä.T. 


II.- EL RELATO DE LA INFANCIA: Mt 1-2.

.Genealogía de Jesús: hijo de David, hijo de Abrahám.

11Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán. 2Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. 3Judá engendró, de Tamar, a Fares y a Zará, Fares engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, 4Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, 5Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, 6Jesé engendró a David, el rey. David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, 7Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, 8Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, 9Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, 10Ezequías engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; 11Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia. 12Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, 13Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquín, Eliaquín engendró a Azor, 14Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, 15Eliud engendró a Eleazar, Eleazar engendró a Matán, Matán engendró a Jacob; 16y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. 17Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo, catorce. 

• Concepción virginal y nacimiento del Mesías, «Emanuel», Dios-con-nosotros.

18La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. 19José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. 20Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. 21Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». 22Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: 23«Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”». 24Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer. 25Y sin haberla conocido, ella dio a luz un hijo al que puso por nombre Jesús.

• Adoración de los magos.  

21Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén 2preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo». 3Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; 4convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. 5Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: 6“Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”». 7Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, 8y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo». 9Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. 10Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. 11Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra.

•Huida de la Sagrada Familia a Egipto. 

12Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino. 13Cuando ellos se retiraron, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo». 14José se levantó, tomó al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto 15y se quedó hasta la muerte de Herodes para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta: «De Egipto llamé a mi hijo».

• Matanza de los inocentes por el rey Herodes.  

  16Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. 17Entonces se cumplió lo dicho por medio del profeta Jeremías: 18«Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos y rehúsa el consuelo, porque ya no viven».

• Regreso a Palestina y establecimiento en Nazaret.

 19Cuando murió Herodes, el ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto 20y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». 21Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel. 22Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. Y avisado en sueños se retiró a Galilea 23y se estableció en una ciudad llamada Nazaret. Así se cumplió lo dicho por medio de los profetas, que se llamaría nazareno.

III.- EL EVANGELIO DE LA INFANCIA DE MATEO.     

Los dos primeros capítulos del evangelio son una presentación. de Jesús.     

  El primer capítulo presenta la genealogía de Jesús por parte de José, su padre putativo, desde Abrahán, el padre en la fe del pueblo israelita, hasta José, y dedica una breve mención a la concepción virginal y nacimiento del Mesías.                                                                                                     El segundo capítulo relata la visita de unos magos de Oriente,   que se presentan a adorar a Jesús como nuevo rey de los judíos y la preocupación de Herodes que lo lleva a tomar la decisión de ordenar la matanza de los inocentes.   

Mateo agrega otro detalle que no está presente en el Evangelio de Lucas. Antes de mudarse a Nazaret, la Sagrada Familia huyó a Egipto. Luego de la muerte de Herodes, habrían tenido la intención de instalarse en Belén. Pero, al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea, tuvieron miedo y decidieron vivir en Nazaret.

JESÚS: DIOS CON NOSOTROS.   

     La intención principal de Mateo es presentar a Jesús de Nazaret, que es el Mesías, el Hijo de Dios y Salvador de todos los pueblos.  

   A lo largo de los dos capítulos hay muchas citas del Antiguo Testamento, y varias veces se repite la frase «todo esto sucedió para que se cumpliera lo que había dicho el Señor...».   

    De esta manera, Mateo va entrelazando la vida de Jesús con los anuncios proféticos relacionados con el Mesías, buscando que sus lectores descubran en El al Salvador esperado.

    Jesús de Nazaret tiene un origen humilde y sencillo, expresado en los Evangelios que nació en un establo.

El PROTAGONISMO DE JOSÉ.

José ocupa un protagonismo especial. La lista de antepasados escrita al comienzo del libro relaciona a José con Abrahán, padre del pueblo, y con David, el rey del cual debía surgir el Salvador prometido a Israel.  

  En la narración José  se destaca como un hombre de bien, justo, obediente y dócil a la voluntad de Dios. 

 Más tarde, luego del nacimiento, nuevamente Dios le revela su proyecto a través de un sueño (imagen muy utilizada en el Antiguo Testamento para dar a conocer la voluntad de Dios a una persona). 

  Desde esta perspectiva, Jóse era un "hombre justo" que vive en intenso contacto con la Palabra de Dios (salmo 1) y que confía en el Señor y pone en el Señor su confianza (Jer 17,7).   

  Para proteger al niño de la matanza planeada por el rey Herodes huye con María a Egipto.     

      Al morir el rey Dios le señala el tiempo de volver a la tierra de Israel para establecerse en la región de Galilea, en el pueblo de Nazaret.         

LA REFERENCIA A MOISÉS: EL LIBERADOR DEL PUEBLO.                        

  Las escenas presentadas también recuerdan a Moisés, el personaje principal de la historia de Salvación para el pueblo judío.  

El nombre de Egipto recordaba a los judíos el país adonde habían sufrido la esclavitud y donde Dios los había liberado para conducirlos a la Tierra Prometida.     

LOS MAGOS DE ORIENTE ADORAN A CRISTO.

 "Así como la tradición de la Iglesia ha leído con toda naturalidad el relato de la Navidad sobre el trasfondo de Isaías 1,3 y de este modo llegaron al pesebre el buey el asno, así también ha leído la historia de los Magos a la luz del Salmo 72,10 e Isaías 60. Y, de esta manera, los hombres sabios de Oriente se han convertido en reyes…” (Benedicto XVI).  

  “Los sabios de Oriente son un inicio, representan a la humanidad cuando emprende el camino hacia Cristo, inaugurando una procesión que recorre toda la historia. No representan únicamente a las personas que han encontrado ya la vía que conduce hasta Cristo. Representan el anhelo interior del espíritu humano, la marcha de las religiones y de la razón humana al encuentro de Cristo” (Benedicto XVI).

  Observando la estrella, aquellos sabios y ricos señores de Oriente se habían puesto en camino hacia Belén para conocer a Jesús y ofrecerle dones: oro, incienso y mirra. También estos regalos tienen un significado alegórico: el oro honra la realeza de Jesús; el incienso su divinidad; la mirra su santa humanidad que conocerá la muerte y la sepultura” (Papa Francisco).



LA NAVIDAD  AL DESCUBIERTO

 


Firmes en la fe en Cristo resucitado




  CONOCE MIS LIBROS EN BUBOK



Canal de Francisco Baena Calvo.

CANAL DE FRANCISCO BAENA CALVO EN YOUTUBE

Me gustaría que te suscribieras a mi canal: 

Conoce mi página web: www.marinaveracruz.net


conóceme un poco más