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jueves, 3 de abril de 2025

LA PASIÓN DE JESÚS LEÍDA E INTERPRETADA A LA LUZ DEL ANTIGUO TESTAMENTO.







 LA PASIÓN  DE JESÚS LEÍDA E INTERPRETADA A LA LUZ DEL ANTIGUO TESTAMENTO.





INTRODUCCIÓN AL BLOG

VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).



LA PASIÓN  DE JESÚS LEÍDA E INTERPRETADA A LA LUZ DEL ANTIGUO TESTAMENTO.




0.-INTRODUCCIÓN:

 

          Los Evangelios no son vidas ni biografías de Jesús. Son Catequesis de la Comunidad cristiana a la luz de la Resurrección.  Se ha escrito que los Evangelios son «relatos de la Pasión precedidos de una larga introducción»  (M. Kahler).

 

Habrá que afirma dos planteamientos básicos:

1.-La pasión de Jesús de Nazaret es contemplada  a la luz de la Resurrección.

2.-La Pasión es leída/interpretada a la luz del Antiguo Testamento, por esta razón, la narración de la Pasión se encuentran intercaladas múltiples alusiones a textos del AT.

Dos de ellas de especial importancia, porque iluminan teológicamente todo el arco del acontecimiento de la Pasión: Salmo 22 e Isaías 53.

 

          El sentido de la meditación de la Pasión y muerte de Jesús tiene un valor SOTERIOLÓGICO:

    San Pablo dirá en la Primera Carta a los Corintios:  " 151Os recuerdo, hermanos, el Evangelio que os anuncié y que vosotros aceptasteis, en el que además estáis fundados, 2y que os está salvando, si os mantenéis en la palabra que os anunciamos; de lo contrario, creísteis en vano. 3Porque yo os transmití en primer lugar, lo que también yo recibí: que Cristo murió por nuestros pecados según las Escrituras; 4y que fue sepultado y que resucitó al tercer día, según las Escrituras; 5y que se apareció a Cefas y más tarde a los Doce; 6después se apareció a más de quinientos hermanos juntos, la mayoría de los cuales vive todavía, otros han muerto; 7después se apareció a Santiago, más tarde a todos los apóstoles; 8por último, como a un aborto, se me apareció también a mí” (1 Cor 15,1-8).

         

     En el lenguaje neotestamentario, la muerte de Cristo se con contempla como sacrificio expiatorio (limpia los pecados) y como acto redentor (libera del mal).

 

I.-LA PASIÓN DE CRISTO LEÍDA E INTERPRETADA A LA LUZ DEL ANTIGUO TESTAMENTO:

 

 

          Afirmar que la Pasión es interpretada y leída a la luz del Antiguo Testamento supone que hay que buscar las claves en las mismas Escrituras. Por esta razón, la muerte de Jesús es interpretada como la muerte del Profeta, del Justo injustamente tratado y del Siervo Sufriente (Is 53, sal 69).

 

ISAÍAS 53:

 

531¿Quién creyó nuestro anuncio?; | ¿a quién se reveló el brazo del Señor? 2Creció en su presencia como brote, | como raíz en tierra árida, | sin figura, sin belleza. | Lo vimos sin aspecto atrayente, 3despreciado y evitado de los hombres, | como un hombre de dolores, | acostumbrado a sufrimientos, | ante el cual se ocultaban los rostros, | despreciado y desestimado. 4Él soportó nuestros sufrimientos | y aguantó nuestros dolores; | nosotros lo estimamos leproso, | herido de Dios y humillado; 5pero él fue traspasado por nuestras rebeliones, | triturado por nuestros crímenes. | Nuestro castigo saludable cayó sobre él, | sus cicatrices nos curaron. 6Todos errábamos como ovejas, | cada uno siguiendo su camino; | y el Señor cargó sobre él | todos nuestros crímenes. 7Maltratado, voluntariamente se humillaba | y no abría la boca: | como cordero llevado al matadero, | como oveja ante el esquilador, | enmudecía y no abría la boca. 8Sin defensa, sin justicia, se lo llevaron, | ¿quién se preocupará de su estirpe? | Lo arrancaron de la tierra de los vivos, | por los pecados de mi pueblo lo hirieron. 9Le dieron sepultura con los malvados | y una tumba con los malhechores, | aunque no había cometido crímenes | ni hubo engaño en su boca. 10El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, | y entregar su vida como expiación: | verá su descendencia, prolongará sus años, | lo que el Señor quiere prosperará por su mano. 11Por los trabajos de su alma verá la luz, | el justo se saciará de conocimiento. | Mi siervo justificará a muchos, | porque cargó con los crímenes de ellos. 12Le daré una multitud como parte, | y tendrá como despojo una muchedumbre. | Porque expuso su vida a la muerte | y fue contado entre los pecadores, | él tomó el pecado de muchos | e intercedió por los pecadores.

 

SALMO 69:

 

69 (68)1Al Director. Sobre «Los lirios». De David. 2Dios mío, sálvame, | que me llega el agua al cuello: 3me estoy hundiendo en un cieno profundo | y no puedo hacer pie; | he entrado en la hondura del agua, | me arrastra la corriente. 4Estoy agotado de gritar, | tengo ronca la garganta; | se me nublan los ojos | de tanto aguardar a mi Dios. 5Más que los pelos de mi cabeza | son los que me odian sin razón; | numerosos los que me atacan injustamente. | ¿Es que voy a devolver lo que no he robado? 6Dios mío, tú conoces mi ignorancia, | no se te ocultan mis delitos. 7Que por mi causa no queden defraudados | los que esperan en ti, Señor, | Señor del universo. | Que por mi causa no se avergüencen | los que te buscan, Dios de Israel. 8Por ti he aguantado afrentas, | la vergüenza cubrió mi rostro. 9Soy un extraño para mis hermanos, | un extranjero para los hijos de mi madre. 10Porque me devora el celo de tu templo, | y las afrentas con que te afrentan caen sobre mí. 11Cuando me aflijo con ayunos, | se burlan de mí. 12Cuando me visto de saco, | se ríen de mí; 13sentados a la puerta, cuchichean; | mientras beben vino me sacan coplas. 14Pero mi oración se dirige a ti, | Señor, el día de tu favor; | que me escuche tu gran bondad, | que tu fidelidad me ayude: 15arráncame del cieno, que no me hunda; | líbrame de los que me aborrecen, | y de las aguas sin fondo. 16Que no me arrastre la corriente, | que no me trague el torbellino, | que no se cierre la poza sobre mí. 17Respóndeme, Señor, con la bondad de tu gracia; | por tu gran compasión, vuélvete hacia mí; 18no escondas tu rostro a tu siervo: | estoy en peligro, respóndeme enseguida. 19Acércate a mí, rescátame, | líbrame de mis enemigos. 20Estás viendo mi afrenta, | mi vergüenza y mi deshonra; | a tu vista están los que me acosan. 21La afrenta me destroza el corazón, y desfallezco. | Espero compasión, y no la hay; | consoladores, y no los encuentro. 22En mi comida me echaron hiel, | para mi sed me dieron vinagre. 23Que su mesa se torne una trampa, | un castigo y un lazo. 24Que se nublen sus ojos y no vean, | y sus lomos flaqueen sin cesar. 25Descarga sobre ellos tu furor, | que el incendio de tu ira los alcance. 26Que su campamento quede desierto | y nadie habite en sus tiendas. 27Porque acosan al que tú heriste | y aumentan el dolor del que tú golpeaste. 28Añade culpa a sus culpas | y no accedan a tu justicia. 29Sean borrados del libro de los vivos, | y no sean inscritos con los justos. 30Yo soy un pobre malherido; | Dios mío, tu salvación me levante. 31Alabaré el nombre de Dios con cantos, | proclamaré su grandeza con acción de gracias; 32le agradará a Dios más que un toro, | más que un novillo con cuernos y pezuñas. 33Miradlo, los humildes, y alegraos; | buscad al Señor, y revivirá vuestro corazón. 34Que el Señor escucha a sus pobres, | no desprecia a sus cautivos. 35Alábenlo el cielo y la tierra, | las aguas y cuanto bulle en ellas. 36Dios salvará a Sión, | reconstruirá las ciudades de Judá, | y las habitarán en posesión. 37La estirpe de sus siervos la heredará, | los que aman su nombre vivirán en ella

 

II.-ALGUNOS PASAJES BÍBLICOS QUE NOS HABLAN DEL MESÍAS:

 

El Nuevo Testamento de hecho expone toda la historia de salvación a la luz de los salmos

Cristo fue despreciado (22,6; 69,19-22).   

Fue rechazado (118,22).           

Estuvo devorado por el celo de la casa del Señor (69,9).

Fue objeto de burlas (22,1-2; 89,51-52).     

Fue flagelado (129,3), crucificado (22,1-2.14-17).   

Tuvo sed (22,16) y le dieron vino mezclado con hiel (69,20-22).  

Echaron suertes sobre su túnica (22,28-19).     

No rompieron sus huesos (34,21).

 Resucitó de entre los muertos (16,10), subió al cielo (68,19). Está a la derecha de Dios (110,1; 80,18).        

 Es el gran sacerdote (110,4), el rey por siempre (89,4-5).     Es el Hijo de Dios (2,7). Domina la tormenta (89,10; 29,3).     El pueblo le cantó ‘Hosanna’ (118,25-26) y vendrá el último día en su gloria (102,16-23).

La carta a los Hebreos pone énfasis en presentar a Jesús como “sacerdote según Melquisedec, interpretando el salmo 110: "Tú eres sacerdote para siempre según el rito de Melquisedec" (Sal 110,4, ver Hb 5,1-10; 7,1-28).

Melquisedec aparece en Génesis 14 como alguien sin genealogía, sin principio ni fin. Llega de no se sabe dónde, bendice en nombre del Dios Altísimo, creador del cielo y de la tierra, y desaparece totalmente. Pertenece si no al otro mundo, al menos a un mundo diferente del de Abraham. Asume una superioridad sobre Abraham que este último acepta. Es una personalidad imponente.

Y este antiguo sacerdocio pre-judaico está unido a la realeza. Melquisedec es Rey y Sacerdote, mientras que en Israel realeza y sacerdocio estaban separados, porque pertenecían a dos tribus distintas (Leví y Judá). Melquisedec es el único personaje que puede representar a Cristo mismo. Cristo era sucesor de David, pero no de Aarón. Su sacerdocio implica el reconocimiento de un sacerdocio independiente y superior al de Aarón.  El salmo 110 abre el camino para este enfoque exegético del Nuevo Testamento.

1.-El Mesías morirá y se repartirán sus vestidos (Sal 22 (1-18ss).

Las citas repetidas del salmo 22 en el relato de la Pasión muestran que la Iglesia primitiva ha visto la relación entre Jesús y la salmodia del Antiguo Testamento, y ha hecho suya la lamentación del salmo 22. 

 Visto en su totalidad el salmo 22 es una lamentación que ha encontrado su punto de inflexión. Si Jesús ha orado este salmo en la cruz, lo ha debido recitar hasta el final y no sólo el primer verso. La segunda parte es la alabanza de una persona que ha sido librada. Dios responde al grito dado sobre la cruz. Es posible que la frase del relato de la Pascua en Mt 28,10, “Id y avisad a mis hermanos”, sea una alusión al comienzo de la segunda parte del salmo 22,23. Lo mismo se podría decir de Jn 20,17.

22 (21)1Al Director. Sobre «la cierva de la aurora». Salmo de David. 2Dios mío, Dios mío, | ¿por qué me has abandonado? | A pesar de mis gritos, | mi oración no te alcanza. 3Dios mío, de día te grito, | y no respondes; | de noche, y no me haces caso. 4Porque tú eres el Santo | y habitas entre las alabanzas de Israel. 5En ti confiaban nuestros padres; | confiaban, y los ponías a salvo; 6a ti gritaban, y quedaban libres; | en ti confiaban, y no los defraudaste. 7Pero yo soy un gusano, no un hombre, | vergüenza de la gente, desprecio del pueblo; 8al verme, se burlan de mí, | hacen visajes, menean la cabeza: 9«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; | que lo libre si tanto lo quiere». 10Tú eres quien me sacó del vientre, | me tenías confiado en los pechos de mi madre; 11desde el seno pasé a tus manos, | desde el vientre materno tú eres mi Dios. 12No te quedes lejos, | que el peligro está cerca | y nadie me socorre. 13Me acorrala un tropel de novillos, | me cercan toros de Basán; 14abren contra mí las fauces | leones que descuartizan y rugen. 15Estoy como agua derramada, | tengo los huesos descoyuntados; | mi corazón, como cera, | se derrite en mis entrañas; 16mi garganta está seca como una teja, | la lengua se me pega al paladar; | me aprietas contra el polvo de la muerte. 17Me acorrala una jauría de mastines, | me cerca una banda de malhechores; | me taladran las manos y los pies, 18puedo contar mis huesos. | Ellos me miran triunfantes, 19se reparten mi ropa, | echan a suerte mi túnica. 20Pero tú, Señor, no te quedes lejos; | fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. 21Líbrame a mí de la espada, | y a mi única vida de la garra del mastín; 22sálvame de las fauces del león; | a este pobre, de los cuernos del búfalo. 

 

2.-El Mesías montará en un pollino (Zac 9,1-9ss).

91Oráculo. | La palabra del Señor llegó a la tierra de Jadrac | y se detuvo en Damasco. | En el Señor están puestos los ojos de Siria | y de todas las tribus de Israel; 2también de Jamat, su vecina; | de Tiro y Sidón, donde abunda la sabiduría. 3Tiro se ha construido una fortaleza, | ha amontonado plata como polvo | y oro como barro de las calles. 4Pero el Señor va a apoderarse de ella, | echará al mar su fortaleza | y el fuego la devorará. 5Lo verá Asquelón y temblará, | Gaza se retorcerá de dolor, | como Ecrón, al perder su esperanza. | Se suprimirá al rey de Gaza, | Asquelón quedará deshabitada 6y habitarán bastardos en Asdod. | Troncharé el orgullo de los filisteos, 7quitaré su sangre de su boca | y sus abominaciones de entre sus labios. | También él quedará | como un resto para nuestro Dios; | será como un jefe de Judá, | y Ecrón como un jebuseo. 8Acamparé junto a mi casa y la protegeré | de los ejércitos que merodean. | Y ya no pasará sobre ellos el opresor, | pues en adelante yo mismo la vigilaré. 9¡Salta de gozo, Sión; | alégrate, Jerusalén! | Mira que viene tu rey, | justo y triunfador, | pobre y montado en un borrico, | en un pollino de asna. 10 Suprimirá los carros de Efraín | y los caballos de Jerusalén; | romperá el arco guerrero | y proclamará la paz a los pueblos. | Su dominio irá de mar a mar, | desde el Río hasta los extremos del país.

 

3.-El Mesías sería vendido por 30 piezas de plata (Zac 11).

111Abre tus puertas, Líbano; | devore el fuego tus cedros. 2Laméntate, ciprés, | pues ha caído el cedro; | los majestuosos árboles | están asolados. | Lamentaos, robles de Basán, | pues ahí está, por tierra, | el bosque impenetrable. 3Lamento de los pastores, | pues quedó asolado su esplendor; | rugido de los leones, | pues quedó arrasada la espesura del Jordán. 4«Esto dice el Señor mi Dios: Apacienta las ovejas de matanza, 5 esas que ellos compran y matan sin escrúpulos; sus compradores decían: “¡Bendito el Señor que me ha hecho rico!”. Pero los pastores no se compadecieron de ellas. 6 Pues ya no volveré a compadecerme de los habitantes del país —oráculo del Señor—. Mirad: voy a entregar a todos y cada uno en manos de su vecino y de su rey, que arrasarán el país, y no los libraré de sus manos. 7 Apacenté las ovejas de matanza para los tratantes de ovejas; tomé dos cayados: a uno llamé Bondad y al otro Concordia; y apacenté a las ovejas. 8 Eliminé a tres pastores en un mes, pues me harté de ellos y ellos de mí». 9 Y dije: «Ya no os apacentaré más; la que tenga que morir, que muera, y la que tenga que desaparecer, que desaparezca; y las que queden, que se coman unas a otras». 10 Tomé el cayado Bondad y lo partí, para romper el acuerdo que había contraído con todos los pueblos. 11 Aquel día quedó roto, y los tratantes de ovejas que me observaban se dieron cuenta de que era el que había hablado. 12 Y les dije: «Si os parece bien, pagadme mi salario; si no, dejadlo». Y contaron mi salario: treinta monedas de plata. 13 Me dijo el Señor: «Echa al tesoro el valioso precio en que me han tasado». Cogí las treinta monedas de plata y las eché en el tesoro del templo. 14 Rompí el segundo cayado, Concordia, para deshacer la hermandad entre Judá e Israel. 15 Me dijo el Señor: «Toma también los aparejos de un mal pastor, 16 pues establezco un pastor en el país que no se ocupará de la oveja extraviada, ni buscará a la perdida, ni curará a la maltrecha, ni se preocupará de la sana, sino que se comerá la carne de las gordas y les arrancará las pezuñas». 17¡Ay del pastor inútil | que pierde las ovejas! | La espada le alcanzará | el brazo y hasta el ojo derecho; | se le secará totalmente el brazo, | y el ojo derecho se le cegará.

 

4.-El Mesías tendría un mensajero que preparare el camino delante de Él. (Mal 3).

31Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mí. De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo. 2¿Quién resistirá el día de su llegada? ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. 3Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas. 4Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño. 5Os llamaré a juicio y seré testigo diligente contra magos y adúlteros, contra los que juran en falso, contra los que roban el salario al trabajador, explotan a viudas, huérfanos y emigrantes, y no vuelven su mirada hacia mí, dice el Señor del universo. 6 Pues yo, el Señor, no he cambiado; pero vosotros, hijos de Jacob, seguís en las mismas. 7Desde los tiempos de vuestros antepasados os habéis rebelado contra mis mandatos y no los cumplís. Volveos a mí y yo me volveré a vosotros, dice el Señor del universo. Decís: «¿Volvernos de qué?». 8¿Puede defraudar el hombre a Dios? ¡Pues vosotros me estáis defraudando a mí! Decís: «¿En qué te defraudamos?». ¡En los diezmos y tributos! 9Estáis del todo malditos; me defraudáis, todo el pueblo me defrauda. 10Traed todos los diezmos al tesoro y habrá sustento en mi templo. Ponedme así a prueba, dice el Señor del universo, y veréis cómo abro las compuertas del cielo y derramo bendición sin medida. 11Ahuyentaré de entre vosotros el insecto devorador y no se os echarán a perder los frutos de la tierra, ni se estropeará la viña, dice el Señor del universo. 12Todos los pueblos os felicitarán, pues seréis un gozo de país, dice el Señor del universo. 13Levantáis la voz contra mí, dice el Señor. Decís: «¿En qué levantamos la voz contra ti?». 14En que decís: «Pura nada, el temor debido al Señor. ¿Qué sacamos con guardar sus mandatos, haciendo duelo ante el Señor del universo? 15Al contrario, los orgullosos son los afortunados; prosperan los malhechores, tientan a Dios y salen airosos». 16Los hombres que temen al Señor se pusieron a comentar esto entre sí. El Señor atendió y escuchó, y se escribió un libro memorial, en su presencia, en favor de los hombres que temen al Señor. 17Ese día que estoy preparando, dice el Señor del universo, volverán a ser propiedad mía; me compadeceré de ellos como se compadece el hombre de su hijo que lo honra. 18Volveréis a ver la diferencia entre el justo y el malhechor, entre el que sirve a Dios y el que no lo sirve. 19He aquí que llega el día, ardiente como un horno, en el que todos los orgullosos y malhechores serán como paja; los consumirá el día que está llegando, dice el Señor del universo, y no les dejará ni copa ni raíz. 20Pero a vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra; saldréis y brincaréis como terneros que salen del establo. 21Pisotearéis a los malvados, que serán como polvo bajo la planta de vuestros pies, el día en que yo actúe, dice el Señor del universo. 22Recordad la ley de mi siervo Moisés, los mandatos y preceptos que le di en el Horeb para todo Israel. 23Mirad, os envío al profeta Elías, antes de que venga el Día del Señor, día grande y terrible. 24Él convertirá el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres, para que no tenga que venir a castigar y destruir la tierra.


5.-El Mesías haría señales que nos mostrarían que Él está presente. Dios mismo vendrá y os salvará (Is 35).

351El desierto y el yermo se regocijarán, | se alegrará la estepa y florecerá, 2germinará y florecerá como flor de narciso, | festejará con gozo y cantos de júbilo. | Le ha sido dada la gloria del Líbano, | el esplendor del Carmelo y del Sarón. | Contemplarán la gloria del Señor, | la majestad de nuestro Dios. 3Fortaleced las manos débiles, | afianzad las rodillas vacilantes; 4decid a los inquietos: | «Sed fuertes, no temáis. | ¡He aquí vuestro Dios! Llega el desquite, | la retribución de Dios. | Viene en persona y os salvará». 5Entonces se despegarán los ojos de los ciegos, | los oídos de los sordos se abrirán; 6entonces saltará el cojo como un ciervo | y cantará la lengua del mudo, | porque han brotado aguas en el desierto | y corrientes en la estepa. 7El páramo se convertirá en estanque, | el suelo sediento en manantial. | En el lugar donde se echan los chacales | habrá hierbas, cañas y juncos. 8Habrá un camino recto. | Lo llamarán «Vía sacra». | Los impuros no pasarán por él. | Él mismo abre el camino | para que no se extravíen los inexpertos. 9No hay por allí leones, | ni se acercan las bestias feroces. | Los liberados caminan por ella 10y por ella retornan los rescatados del Señor. | Llegarán a Sión con cantos de júbilo: | alegría sin límite en sus rostros. | Los dominan el gozo y la alegría. | Quedan atrás la pena y la aflicción.

 

III.-LAS PALABRAS DICHAS POR JESÚS EN LA CRUZ:

  No olvidemos que la Pasión y la Crucifixión es leída e interpretada a la luz del Antiguo Testamento, por esta razón, la narración de la Pasión se encuentran intercaladas múltiples alusiones a textos del AT. Dos de ellas de especial importancia, porque iluminan teológicamente todo el arco del acontecimiento de la Pasión: Salmo 22 e Isaías 53.

          En el momento de la muerte, Jesús dirá algunas palabras, distintas en cada Evangelista. 

 

     Según San Marcos y San  Mateo, Jesús morirá con el Salmo 22: “Dios mío, Dios mío, porqué me has abandonado” (Mc 15,34; Mt 27,46).

22 (21)1Al Director. Sobre «la cierva de la aurora». Salmo de David. 2Dios mío, Dios mío, | ¿por qué me has abandonado? | A pesar de mis gritos, | mi oración no te alcanza. 3Dios mío, de día te grito, | y no respondes; | de noche, y no me haces caso. 4Porque tú eres el Santo | y habitas entre las alabanzas de Israel. 5En ti confiaban nuestros padres; | confiaban, y los ponías a salvo; 6a ti gritaban, y quedaban libres; | en ti confiaban, y no los defraudaste. 7Pero yo soy un gusano, no un hombre, | vergüenza de la gente, desprecio del pueblo; 8al verme, se burlan de mí, | hacen visajes, menean la cabeza: 9«Acudió al Señor, que lo ponga a salvo; | que lo libre si tanto lo quiere». 10Tú eres quien me sacó del vientre, | me tenías confiado en los pechos de mi madre; 11desde el seno pasé a tus manos, | desde el vientre materno tú eres mi Dios. 12No te quedes lejos, | que el peligro está cerca | y nadie me socorre. 13Me acorrala un tropel de novillos, | me cercan toros de Basán; 14abren contra mí las fauces | leones que descuartizan y rugen. 15Estoy como agua derramada, | tengo los huesos descoyuntados; | mi corazón, como cera, | se derrite en mis entrañas; 16mi garganta está seca como una teja, | la lengua se me pega al paladar; | me aprietas contra el polvo de la muerte. 17Me acorrala una jauría de mastines, | me cerca una banda de malhechores; | me taladran las manos y los pies, 18puedo contar mis huesos. | Ellos me miran triunfantes, 19se reparten mi ropa, | echan a suerte mi túnica. 20Pero tú, Señor, no te quedes lejos; | fuerza mía, ven corriendo a ayudarme. 21Líbrame a mí de la espada, | y a mi única vida de la garra del mastín; 22sálvame de las fauces del león; | a este pobre, de los cuernos del búfalo. 

 

Según San Lucas, Jesús morirá con el Salmo 31: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lc 23,34).

31 (30)1Al Director. Salmo de David. 2A ti, Señor, me acojo: | no quede yo nunca defraudado; | tú, que eres justo, ponme a salvo, 3inclina tu oído hacia mí; | ven aprisa a librarme, | sé la roca de mi refugio, | un baluarte donde me salve, 4tú que eres mi roca y mi baluarte; | por tu nombre dirígeme y guíame: 5sácame de la red que me han tendido, | porque tú eres mi amparo. 6A tus manos encomiendo mi espíritu: | tú, el Dios leal, me librarás; 7tú aborreces a los que veneran ídolos inertes, | pero yo confío en el Señor; 8tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. | Te has fijado en mi aflicción, | velas por mi vida en peligro; 9no me has entregado en manos del enemigo, | has puesto mis pies en un camino ancho. 10Piedad, Señor, que estoy en peligro; | se consumen de dolor mis ojos, | mi garganta y mis entrañas. 11Mi vida se gasta en el dolor, | mis años en los gemidos; | mi vigor decae con las penas, | mis huesos se consumen. 12Soy la burla de todos mis enemigos, | la irrisión de mis vecinos, | el espanto de mis conocidos: | me ven por la calle y escapan de mí. 13Me han olvidado como a un muerto, | me han desechado como a un cacharro inútil. 14Oigo el cuchicheo de la gente, | y todo me da miedo; | se conjuran contra mí | y traman quitarme la vida. 15Pero yo confío en ti, Señor; | te digo: «Tú eres mi Dios». 16En tus manos están mis azares: | líbrame de mis enemigos que me persiguen; 17haz brillar tu rostro sobre tu siervo, | sálvame por tu misericordia. 18Señor, no quede yo defraudado | tras haber acudido a ti; | queden defraudados los malvados, | y bajen llorando al abismo, 19enmudezcan los labios mentirosos, | que profieren insolencias contra el justo, | con soberbia y con desprecio. 20Qué bondad tan grande, Señor, | reservas para los que te temen, | y concedes a los que a ti se acogen | a la vista de todos. 21En el asilo de tu presencia los escondes | de las conjuras humanas; | los ocultas en tu tabernáculo, | frente a las lenguas pendencieras. 22Bendito sea el Señor, que ha hecho por mí | prodigios de misericordia | en la ciudad amurallada. 23Yo decía en mi ansiedad: | «Me has arrojado de tu vista»; | pero tú escuchaste mi voz suplicante | cuando yo te gritaba. 24Amad al Señor, fieles suyos; | el Señor guarda a sus leales, | y a los soberbios los paga con creces. 25Sed fuertes y valientes de corazón | los que esperáis en el Señor.

 

Según San Juan,  Jesús terminará con la expresión: "Todo está cumplido" “Está cumplido” (Jn 19,30).

El “todo está consumado” significa sin lugar a dudas que toda profecía concerniente a la obra de Jesús ha sido cumplida. Pero significa, sobre todo, en una visión más profunda, más íntima e inmediata, que el plan del Padre de salvar al mundo por la obediencia de Jesús ha sido realizado.

 

IV.-ALGUNOS DETALLES DE LA MUERTE DE JESÚS:  

 

1.-TÚNICA SIN COSTURAS:

Algunos autores han querido ver la referencia a la "túnica sin costuras" como una referencia a la dignidad de Jesús como Sumo Sacerdote, expuesto en la oración sacerdotal de Jesús en la Última Cena: No solamente muere el verdadero Rey de Israel, sino también el Sumo Sacerdote que cumple su ministerio Sacerdotal  (R. E. Brown).       

 

2.-VELO DEL TEMPLO SE RASGA DE ARRIBA ABAJO:  

        La referencia al velo del templo que se rasgó en dos, de arriba abajo  (Mt 27,51; Mc 15,38; Lc 23,45) nos hace referencia a la única mediación de Cristo. La época del antiguo templo y sus sacrificios se han acabado, Jesús crucificado nos reconcilia a todos con el Padre, y nos manifiesta cómo Dios mismo en el Crucificado se ha manifestado como el que ama hasta la muerte.

 

2.-DE SU COSTADO SALIÓ SANGRE Y AGUA:

      San Juan dirá que "de su costado salió sangre y agua (Jn 19,34).  

    Es la hora en que se sacrificaban los corderos pascuales.         

    Estaba prescrito que no se les debía partir ningún hueso .  Jesús aparece como el verdadero Cordero Pascual que es puro y perfecto.

     Los Padres han visto en el doble flujo de sangre y agua una imagen de los dos sacramentos fundamentales la Eucaristía y el Bautismo,  que manan del costado traspasado del Señor, de su corazón.  Ellos son el nuevo caudal que crea la Iglesia y renueva a los hombres.  (Benedicto XVI).

 

EL CRUCIFICADO HA RESUCITADO.

 

          Todas las fuentes cristianas sin distinción afirman la resurrección de Jesús. Es más, la resurrección de Jesús es la afirmación cardinal de la fe cristiana. En 1 Cor 15,3-5 se afirma que “si Cristo no ha resucitado, entonces nuestra predicación no tiene contenido ni vuestra fe tampoco”.

          Los Apóstoles apelarán siempre a la experiencia pascual fundante de Jesús de Nazaret y la esencia misma de todo su predicación: Dios ha resucitado al crucificado y nosotros somos testigos.                                                                      

 




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