VAYAMOS AL ENCUENTRO pretende ser un blog para reafirmarse en la aventura de la fe cristiana, sabiendo, como nos decía Benedicto XVI que “la fe cristiana es ante todo encuentro con Jesús, una persona que da a la vida un nuevo horizonte… " (3-10-2007).
*En el siglo IV las dos fiestas se intercambian:
-En Occidente, la fiesta de la Epifanía adquirió un triple objetivo: la visita de los magos, el Bautismo de Cristo y las bodas de Caná.
1.-EL EVANGELIO DE SAN MATEO: Mt 2, 1-12.
21Habiendo nacido Jesús en Belén de Judea en tiempos del rey Herodes, unos magos de Oriente se presentaron en Jerusalén 2preguntando: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto salir su estrella y venimos a adorarlo». 3Al enterarse el rey Herodes, se sobresaltó y toda Jerusalén con él; 4convocó a los sumos sacerdotes y a los escribas del país, y les preguntó dónde tenía que nacer el Mesías. 5Ellos le contestaron: «En Belén de Judea, porque así lo ha escrito el profeta: 6“Y tú, Belén, tierra de Judá, no eres ni mucho menos la última de las poblaciones de Judá, pues de ti saldrá un jefe que pastoreará a mi pueblo Israel”». 7Entonces Herodes llamó en secreto a los magos para que le precisaran el tiempo en que había aparecido la estrella, 8y los mandó a Belén, diciéndoles: «Id y averiguad cuidadosamente qué hay del niño y, cuando lo encontréis, avisadme, para ir yo también a adorarlo». 9Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino y, de pronto, la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. 10Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. 11Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. 12Y habiendo recibido en sueños un oráculo, para que no volvieran a Herodes, se retiraron a su tierra por otro camino.
Artabán es un personaje del cuento navideño The Other Wise Man (El otro rey mago), escrito en 1896 por Henry van Dyke (1852-1933), teólogo presbiteriano estadounidense.
EL OTRO REY MAGO.
Se cuenta que había un cuarto Rey Mago llamado Artabán, hombre sabio que había determinado que la estrella sobre Belén marcaba el nacimiento del mesías y decidió seguirla en compañía de los tres reyes magos.
El zigurat de Borsippa, era el punto de encuentro de los cuatro reyes e inicio de la travesía conjunta. Hacia allí acudía Artabán, con un diamante protector de la isla de Méroe, un pedazo de jaspe de Chipre, y un fulgurante rubí de las Sirtes como triple ofrenda al Niño Dios.
Cuando topó en su camino un viejo moribundo y desahuciado por bandidos: interrumpió el mago su viaje, curó sus heridas y le ofreció el diamante al viejo como capital para proseguir el camino. Llegado a Borsippa, sus compañeros de viaje ya habían partido.
Sucedió que cuando por fin llegó a Belén, ya no estaban los otros Magos y el Niño había huido con sus padres hacia Egipto, pues el rey Herodes quería matarlo.
El Rey Mago siguió buscándolo, ya sin la estrella que antes lo guiaba.
Continuó en soledad en pos de su destino, pero arribado a Judea encontró hordas de soldados de Herodes degollando a recién nacidos: a uno de ellos, que con una mano sostenía a un niño y en la otra blandía afilada espada, ofrece el rubí destinado al Hijo de Dios a cambio de la vida del niño.
Este Rey Mago cada que encontraba alguien en dificultades los atendía con alegría y diligencia, pero eso fue retrasando su encuentro con el Rey de Reyes.
Encontró muchos pobres, enfermos, encarcelados y miserables y no podía dejarlos desatendidos. Se quedaba con ellos el tiempo necesario para aliviarles sus penas y luego procedía su marcha, que nuevamente era interrumpida por otro desvalido.
Treinta años duró la búsqueda del niño Dios, un día fueron llegando ecos de los prodigios, consejos y promesas de un Mesías, al que fue a buscar con paciencia y errando por las calles de Jerusalén, se anunció la crucifixión de Jesucristo; encamina sus pasos al Gólgota para ofrecer la adoración largamente postergada, cuando repara en un mercado en el que una joven hija es subastada para liquidar las deudas su padre.
Artabán se apiada de ella, compra su libertad con el pedazo de jaspe, la última ofrenda que le quedaba es ofrecida en ese momento y sin llegar a verlo, Jesucristo muere en la Cruz: tiembla la tierra, se abren los sepulcros, los muertos resucitan, se rasga el velo del templo y caen los muros.
La tristeza llenó su corazón ya viejo y cansado por el tiempo sin ningún regalo que ofrecer, ya era demasiado tarde, la búsqueda del niño que ahora, convertido en hombre, colgaba de una Cruz. Había fallado en su misión. Y sin tener a dónde más ir, se quedó en Jerusalén para esperar que llegara su muerte.
Apenas habían pasado tres días cuando una luz aún más brillante que mil estrellas llenó su habitación. ¡Era el Resucitado que venía a su encuentro!
El Rey Mago, cayendo de rodillas ante Él, y extendió su mano mientras hacía una reverencia y le dijo señor tanto te he buscado perdón por no darte ningún regalo he fracasado en mi cometido.
Jesús le tomó tiernamente y le dijo: “No Artabán; Tú no fracasaste. Al contrario, me encontraste durante toda tu vida.
Artabán; sorprendido le contesta: pero Señor como, si nunca te pude ver y adorar.
Jesús respondió:
Yo estaba desnudo, y me vestiste. Yo tuve hambre, y me diste de comer. Tuve sed y me diste de beber. Estuve preso, y me visitaste. Estuve enfermo y me curaste. Pues yo estaba en todos los necesitados que atendiste en tu camino.
¡Muchas gracias por tantos regalos de amor! Ahora estarás conmigo para siempre, pues el Cielo es tu recompensa.”
6.-LA CATEDRAL DE SAN PEDRO Y SANTA MARÍA EN COLONIA. Alemania.
Con sus 157 metros de altura fue el edificio más alto del mundo hasta la culminación del Monumento a Washington en 1884, de 170 metros.
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